Aunque las revueltas e insurrecciones existieron desde siempre en todas las sociedades, la sacudida experimentada por el mundo occidental a fines del siglo XVIII inauguró una etapa completamente nueva en la historia de la humanidad. Reivindicada como epítome de las conquistas de la razón, y confiada en su capacidad de transformar las conciencias para conseguir el triunfo definitivo de la justicia entre los hombres, la experiencia revolucionaria deja tras sí el saldo de grandes progresos sociales junto a la estela sangrienta del terror y de los totalitarismos. Aún más: deja, en la sensibilidad de muchos, la impresión de que sus promesas se hallan irremisiblemente atrapadas en un bucle que, más tarde o más temprano, volverá a traer las cosas hasta el punto de partida, convirtiendo el sueño de la emancipación humana en una historia cíclica de ilusiones y desencantos.

 

En este curso, de la mano de nuestro profesor Xavier Reyes Matheus, examinaremos el fenómeno de la revolución desde una perspectiva teórica, recurriendo a las reflexiones que a ella le han dedicado grandes pensadores, desde Condorcet a Hannah Arendt; y haremos un recorrido histórico valiéndonos, sobre todo, del estudio de la Revolución francesa, matriz de las revoluciones posteriores y reverso de su antecesora, la Revolución norteamericana.

 

Programa:

 

25 de mayo: el Antiguo régimen y la revolución, o las metamorfosis del Estado moderno. ¿Quién es el soberano? La nación y el pueblo. Primera fase de la revolución: se abre una grieta en el sistema.

 

1 de junio: ¿Representación o participación? La omnipotencia constituyente. El poder Ejecutivo: ¿quién gobierna al soberano? Segunda fase: la toma del poder. La técnica del golpe de Estado.

 

8 de junio: la absolutización del poder revolucionario. La revolución se vuelve sagrada: cultos y liturgias revolucionarios. La revolución que salva: edificación del “hombre nuevo” y de la “nueva sociedad”. Tercera fase: El terror. La revolución devora a sus propios hijos.